miércoles, 6 de mayo de 2015

Describiendo a Peter Pan

Alguien me enseño hace ya tiempo, que cuando estamos decaídos o un poco bajos de moral, lo mejor es hacer una lista con las cosas buenas que tenemos, con nuestras mejores cualidades para recrearnos en todo lo bueno que tenemos e intentar evadir así los malos ratos. 

La mayoría de las veces resulta complicado ver en nosotros mismos nuestro lado amable, las cosas buenas que otros si ven y por las que nos aprecian. Y de esto sé un poquito, debido a infinidad de situaciones por las que tenido que pasar.

Ayer te note algo apagadillo y por eso he decidido que voy a describir algunas de tus mejores cualidades como persona, aquí te dejo lo que pienso de ti, espero que te ayude a ver las cosas desde otra perspectiva:

Eres sincero cuando hablas pero al mismo tiempo tienes la virtud de no ser ofensivo, duro, ni criticón, y siempre encuentras las palabras oportunas para describir cualquier cosa, aunque te las tengas que inventar para hacerme reir.

Sabes crear pequeñas ventanas a otros mundos cuando coges una cámara y fotografías lo que ves para después compartirlo con los demás y dejarnos ver un poquito a través de tus ojos.

Tocas tu instrumento de maravilla, eres capaz de hacer que una multitud escuche atónita tus melodías de principio a fin y cuando después te alagan dices con mucha modestia que eres solo un músico aficionado.

Persigues tu sueño a pesar de los obstáculos que la dura realidad pone siempre en todos los caminos, intentando vivir al margen de formalismos y demagogias que están a la orden del día, y aunque recibes muchas críticas, y yo soy la primera en admitir que lo he hecho, criticarte; aunque me este mal decirlo, sabes recomponerte y  continuar hacia delante sorteando las dificultades que vas encontrando.

Desde el primer momento en que te vi, hubo algo que capto toda mi atención, y sin saber muy bien porque me fui enganchando a ese aura que desprendes de  tranquilidad y seguridad, de protección y cariño, de risas y amistad para todos los que te rodean.


Para terminar, aunque podría enumerar más, me meteré un poquitín en lo personal, porque vales mucho más que 18 cm. Que no sirven de nada sin el resto de tu todo al completo, sin las caricias que sabes dar en la palma de la mano con tus dedos dibujando notas que no consigo descifrar, como si de un mensaje secreto se tratara, y haciendo que me imagine todas las cosas no me dirás.

Y porque cuando me susurras al oído me haces volar contigo. 




Mil besos Peter Punk.

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