Sí, aunque parezca mentira quiere decir eso, me he dedicado
inconscientemente a escuchar atentamente y algunas veces hasta con empatía y
asertividad lo que las distintas personas que me rodean me cuentan o nos
cuentan a los demás, sin ellos percibir los pequeños matices de lo que dicen. Aunque parezca que a veces me hago la tonta, mi cerebro tiene sus recovecos
para almacenar más información de la que puedo analizar críticamente y darme
cuenta de los trasfondos de determinadas situaciones.
Tanto es así que en estos días, he ido recopilando una serie de
afirmaciones que se me han gravado no sé muy bien si por su contenido o su
significado:
- “La fidelidad en la pareja está sobrevalorada” - Teniendo en cuenta que el elemento, porque no se me ocurre otro calificativo mejor para esta persona, que lo dijo lleva felizmente en pareja desde hace ya 16 años, los ojos se me dieron una vuelta para atrás, sería mi cerebro que no lo encajó bien y me echó con una sacudida invisible todo el cuerpo de sobresalto para atrás.
Si tenemos en cuenta que la pareja se entiende
como complemento de uno mismo, para compartir tu vida, y obviamente los deseos
y la sexualidad. Si tu depositas tu confianza en tu pareja y luego resulta que
no te es fiel, entonces esa confianza se rompe, los deseos comunes se
desvanecen, la felicidad se va perdiendo, tal vez no inmediatamente pero poco a
poco irá llegando la desilusión y la sensación de fracaso.
Esto me ha llevado a pensar que el desacertado
pronunciador de esta frase vive con su pareja pero obviamente no es fiel. Si ella
lo sabe o no, eso es otra cuestión, pero yo no me subo a esta moto, no compro
este filtro para mirar a alguien que se supone es tu compañera de vida y la
quieres.
- “Quería guarrear y no me dejó, y engancharme pasaba por lo que yo pedía” – Típica frase de hombre blanco soltero de mediana edad en busca de rollo cada fin de semana.
Vayamos por partes, en principio con una mujer no
se guarrea, hay que ser siempre un caballero, tanto en el bar tomándote una
copa, como en la cama si es que llegas a ello y ni que decir tiene que los
caballeros no cuentan sus batallitas a los colegas los lunes en el trabajo.
En segundo lugar, si una mujer decide estar
contigo, obviamente puedes “pedir” nunca exigir como si eso fuese condición sine
qua non para pasártelo bien. Y claro está que ante el defecto de “pedir ciertas
cosas” también está la virtud de no darlas y no ceder antes las exigencias
camufladas con disfraces de deseos.
Me alegro de que no hayas saciado tu ego
narcisista, al menos esta vez.
- “Quiero enamorarme sin buscar el amor” – El amor romántico, que se encuentra sin citas, sin bailes, que no se busca ni se persigue dando vueltas por la ciudad. Es un vendaval que si tienes la suerte a veces te sopla de frente, te despeina sin que des cuenta y hace que mires con una sonrisa en la cara a todo el mundo que se te cruce al pasar.
El amor romántico está lleno de mitos, de querer que
tu pareja esta siempre ahí para ti, de controles innecesarios, falacias
machistas encubiertas con frases bonitas e intentos de hacer sentir culpable a
la pareja si no accede a lo uno quiere. La necesidad de encontrar a otro ser debido a en parte a la insuficiencia de uno mismo para afrontar la vida.
Ya he pasado por esto, y no estoy dispuesta a
recomendarle a nadie que renuncie a sus libertades para tener contenta a una
persona que al someterte a esto demuestra que no te quiere lo suficiente como
para quererte libre y completa como tú te muestras a los demás.
Estas tres frases me las han dicho hombres, mi conclusión
es que todas ellas me muestran machismo y desprecio encubierto por las mujeres.
Me parece que queda mucho camino por recorrer para que un hombre trate como un
igual a una mujer, sin superioridades ni imposiciones, compartiendo un camino
de la mano el uno al lado del otro.
A veces me pregunto si realmente existe un hombre
así, madres y padres del mundo ¿con qué valores criais vuestro hijos? El respeto y la igualdad son fundamentales en
la vida, tal vez cada vez haya más mujeres solteras por este tema entre otros.
Y yo me incluyo.