miércoles, 25 de febrero de 2015

Mirar a traves de mis ojos


Es cierto que dicen que los ojos son el espejo del alma y que en ellos se reflejan nuestros estados de ánimo, si estamos felices o excitados por cualquier motivo, ya sea por una sorpresa, nervios o  por motivos sexuales, nuestras pupilas se dilatan y por el contrario si tenemos sensación de tristeza , miedo o estados similares, las pupilas tienden a contraerse.

Tengo la mala costumbre de mirar a la persona con la que estoy hablando, podría mirar distraída al infinito o a las telarañas de alguna esquina, pero me gusta prestar toda mi atención a la persona que en estos tiempos tan complicados de comunicaciones por mensajes de texto, chats y similares, decide mantener una conversación conmigo.

Habitualmente miro a los ojos cuando me hablan pero haciendo un filtro previo de movimientos de manos, que a veces no paran de moverse; por nerviosismo o por intentar explicar algo, y otras veces permanecen inmóviles apoyadas en la barra del baro guardadas en un bolsillo, paralizadas como si solo fuese importante lo que la voz dice. Y a veces las piernas también hablan, cuando estas a gusto y siguen el ritmo de la música mientras hablas.

Aunque me cueste disgustos, intento ser sincera cuando tengo que contar algo o me piden opinión, y sin embargo tengo la sensación de que ciertas persona cuando me miran a los ojos intentan buscar algo más, como si quisieran ver la película que cuento a través de mi retina y comparar si la acción se corresponde con la voz. Cuestionando sin hablar las respuestas que les doy y las anécdotas que les cuento.

Y después me entero que tal vez soy yo la que propicia esto porque al mirar a los ojos cuando hablo se puede malinterpretar, que aparte de tener confianza en mí misma e intentar hacer a los demás sentirse cómodos puedo estar haciendo creer al interlocutor que en vez de prestarle atención, estoy intentando ligar con el…. Una ya no sabe ni que hacer.

Así que tras un breve periodo de investigación he aquí unos consejos para una conversación agradable , a ver si funcionan:

·      Mirar más a la cara de la persona cuando la escuchas.
·     Retirar más la mirada cuando hablas tú y contacta los ojos brevemente para animarle a que participe y prosiga la conversación
·     El truco son miradas rápidas y breves. Hay que evitar miradas fijas prolongadas a la persona o a otro sitio.

El error más común en las personas que pretenden ligar y te taladran con la mirada, es abusar del contacto visual en un intento de recrear una intimidad no existe entre ambas personas.

O simplemente se han enamorado de ti y no pueden estar ni un solo segundo que pasan a tu lado sin mirarte….


Origen y Respuesta:

Mr. X.: Lo que yo hago no es para comparar lo que dices con lo que sientes, es una parte más de la comunicación.  Yo soy medio autista y me tomo las cosas literalmente
Mirando a los ojos me ayuda a saber lo que la gente quiere decir, no sé si está claro, pero es así y contigo es más intenso, porque tengo un lazo emocional muy fuerte

Mrs. Y.: Pues menos mal que solo te estaba preguntando...  Sí que le sacas miga al asunto

Mr. X.: De todas formas, si te sientes incómoda, es porque hay una asimetría en cómo te sientes tú conmigo y como me siento yo contigo. Yú no quieres más y yo sí, y te sientes incómoda cuando mis ojos te lo dicen. Es bastante sencillo.




lunes, 2 de febrero de 2015

El Cofre De Los Recuerdos

En mi memoria encierro un tesoro dividido en diversos compartimentos, en cada uno de ellos hay un cofre mágico cerrado o abierto, donde reposa lo más preciado de nuestro ser, todas las vivencias por las que he pasado.

Escondemos en nuestro interior todo aquello que a la hora de la verdad ha quedado en nosotros, tanto en el recuerdo como en el olvido y que nos hace ser como somos, guiándonos por los pálpitos de nuestro corazón.

A veces el cofre está lleno de sabores como los guisos de la abuela María, de desayunos en la cama, de aromas de flores silvestres en primavera, de olor a tierra mojada, de sonidos de risas y carcajadas,  de olas rompiendo en un acantilado, de miradas que no podemos borrar, o de caricias que siempre vamos a recordar.

Otras veces decidimos cerrar el cofre con llave e ignorarlo en nuestra memoria, sabemos lo que hay ahí, y no es está oculto, simplemente, tras la imposibilidad de abordar ciertas situaciones, hubo un momento en el que tras mucho pesar decidimos cerrarlo con llave para poder continuar.

Algunas veces, cuando vuelvo al pasado, intento abrir esos cofres cerrados, negros, oxidados, con llave y con candados,  para ver que queda allí, y rápidamente los cierro, para poder seguir sonriendo y viviendo cada día como si fuese el más importante que voy a tener.



El corazón es un cofre, que encierra el tesoro de los recuerdos, hoy te quiero regalar un cofre vacío, para que lo llenes de buenos momentos, de emociones y sonrisas, para que lo mantengas siempre abierto, y si decides cerrarlo que cada vez que lo abras sea para poner el brillo en tus ojos de la nostalgia de los buenos tiempos.