Cuando se comienza una relación no debería haber pretensión de cambiar a nadie, todos sabemos cómo somos, cómo nos
comportamos con los demás, nuestros defectos y nuestras virtudes, si vamos
hacia alguna parte o estamos ya de vuelta.
Es difícil intentar compartir tu vida con alguien que
no tiene la misma perspectiva, no mira en la misma dirección que tú lo
haces ni comparte las mismas prioridades.
Hace ya algún tiempo Campanilla se despidió de Peter Punk
y decidió volar por su cuenta, y dejar que él siguiese ahí, haciendo cualquier
cosa que quisiese hacer con su vida, entre notas de colores tortilla en su
Reino de la Fantasía, viviendo al margen de la realidad que nos ocupa al resto
de mortales.
Ya que no lo lograba hacerle comprender ni entender la
necesidad de sembrar para después poder recoger, pero no cualquier cosa, a veces
lo que más te gusta no es lo adecuado y hay que renunciar a algo para poder
obtener otro tipo de beneficios.
Renunciar a la libertad de no comprometerse a nada para
obtener la libertad de hacer parte de lo que quieres, en tu propio espacio y en
tu tiempo es algo que la mayoría de las personas saben valorar. Aunque eso
conlleve cierto tipo de ataduras.
Cuando se termina algo, a veces lo mejor es poner punto y
final, así que este tiene la intención de ser el mío:
Y como todo cambio
debe de ser a mejor, e ir acompañado obviamente de un notable cambio de
imagen, en eso estamos, de momento Campanilla se desmelena y se transforma y cambia de color de
pelo para ir de incógnito. Próximamente
fotos.
